Hace un calor de infierno. Que te hace sudar la gota gorda. Es como aquella que cuando borda. Le canta a su querubín tan tierno. No recuerdo si alguien me cantaba. Y no es porque estuviera sordo. Yo era un niño algo gordo. Que jugando con chapas me consolaba. Lo que más recuerdo es la cigüeña. Dueña del aire a la hora de la siesta. Para cualquier niño el cielo era la fiesta. El alegre crotoreo es una hermosa enseña. El verano nos trae el calor. El invierno nos trae el frío. En otoño es más hermoso el río. Y la primavera es reina del amor