Mauro Enrique Lopez Z.

Bueno dias preciosa

Le dije: buenos días preciosa!!
usted es como un arcoiris de
vivos colores , que alegra
mi humilde corazón, ella sonrió
para mi y esclamo: deje su piropo
porque lo escucha su esposa, y
lo va a regañar!. Como me reía, me
quede feliz, porque fue la primera vez
que me respondió esa bella mujer,
ahora todo los días me despierto
temprano para verla pasar, y el
piropo me lo inspira Dios, porque
es una mujer sencilla como la
quiere mi loco corazón.