Nada alcanza todo es ámbar
dolor sodio todo sobra
tu luz incandescente me encandila
impávido entre papeles te busco entre las migas
te junto julio, en secreto escribo pan
deseo sed, te bebo lluvia
y las tazas de te quedan a medio terminar
un viejo dilema el de tus piernas
como madreselvas se enredan
verdes adolescentes en mi mente
y el beso encalla, calla y duele
inoportuno
como un sueño no soñado sino imaginado,
sorbo de otro mundo,
tallado a mano
inanimado: UN DIBUJO inscripto en la madera blanca.
Miento, mientes, la vida hecha a formones
se abalanza en miles de fotos de colores
y palabras, las que dije, me dijiste,
nos dijimos y quisimos
nos amamos en silencio
como amantes de la distancia
y con voces entrecortadas
recitamos poemas en voz baja
a la luz de tus ojos hicimos lo correcto
vivimos otra vida con otro sin latidos
así somos y esto es lo que nos pasa.
Elegía y esperanza.