Rey de alumbrados
Cuna del Señor
Espejo de los días
Tierno resplandor.
Todos parecemos
Hijos de una Luz
Polvo es lo que somos
Cargamos una cruz.
Dos y dos son cuatro
Yo te quise más
Dos y dos son cinco
No aprendí a contar.
Estrangulo este poema
Sangre en el papel
Estrangulo mi conciencia
Dame de comer.
Estrangulo este poema
Ya no puedo más
Estrangulo mi existencia
Déjame beber.
Lluvia en los tejados
Carne en la mansión
Huesos quebradizos
Hijo de un peón.
Yo te vi bonita
Te enseñé a querer
Tú me despreciaste
Una silla y un cordel.
Carne y huesos somos
Y qué más me da
Carne y huesos fuimos
Me voy a acostar.