Mira amada
la noche fuera y sola
se impone la luna y el romance
acércate al fuego del amor
mientras mi alma
se derrama cansada
por tus labios granas.
Escúchame querida en las noches sordas como imploro tus labios de cielo rojo,
y en mi cuarto solo y duro
lloro por tus besos de oro,
paso el dedo por
el contorno infinito de tus huecos.
El labio
primero besa
después contesta
susurra promesas
carne gruesa.
Amada, te dejo la ventana abierta
Para que entres de madrugada
y preguntes por mi lento corazón.
Mi alma sigue derramada por la estancia,
Esperando tus besos verdes de esperanza.
Tu, entra sin llamar
llevo esperándote una eternidad
Tú, ventana a lo infinito
bella, preciosa
y mía.
Tus labios arden de razones
para querernos eternamente
Tú, tranquilidad
llena de palabras
de amor, de verdad
tu, canción de bruma
tu, calma definitiva
Tu, eres todo
desnuda, hermosa
única
Tu, más que nunca.