La Rosa cada mañana engalana su cáliz,
Y el roció ebrio de amor...
se escurre fugaz por su cuerpo sediento,
Humedeciendo sus pétalos al teñir el alba.
Allí es cuando, la rosa liba del néctar con labios ávidos.
Y cuando llega el sol inclemente Arrebata de sus manos el rocío.
Triste espera el siguiente día. Rosa hermosa y primorosa
Todas las mañanas espera a su amado Rocío
Rocío, que no se agota, que no se extingue ...