Me llaman tus ojos,
me observa tu alma,
me ciñe tu cintura
y me duele tu mirada.
Tus piernas me caminan,
y tu boca me empaña,
tus muslos me aprietan
y tus cabellos me amarran.
Tu nuca me contempla,
y en tus pechos... hago agua,
he perdido tanto por amarte,
y enredarme en tus entrañas.