Cuentan por ahí que no han pasado
tres abriles cuando en un rincón,
quien sabe dónde, la niña se perdió,
culpables de su tragedia no faltaron,
y negros mantos su luz opacaron
Demonios disfrazados de hombres
La mataron, llevando su alma
Devorando su carne y en horrendo
Sacrificio la despedazaron con hambre
Jamás su mente olvidó esa tarde
Cuando perdida y sola la atrajeron
a ese matadero que en su memoria
huele a sangre y viste de negro
Testigos oculares fingieron
ser ciegos y la justicia nuevamente
se escapó en silencio
ni tribunales, ni sentencia…
todos desaparecieron…
Historia contada, noticia gastada
ella, arrastrando el alma con heridas
que nunca sanan...ellos riendo a carcajadas,
pero en rincones parecidos sufrirán
peores llagas… si no es aquí, en algún lugar
el universo no deja deudas sin cobrar…