Martín Marum

Piedras.

Inevitablemente se cansaron

Los ya divorciados brazos 

De tanto cargar 

Justo en el momento en el que

Ya lo único que en ellos había 

Era el aire que a sus costados corría 

Ya casi como caricias o consuelos 

Mientras se miraban estos

Reflexivamente entre si 

Deseando la persona

O sea yo

O sea aquel 

O sea este

O sea aquella

O sea nosotros

No pusiésemos

Nuevamente

Sobre ellos  

O en la amiga espalda 

O en los ojos 

O en las nubes

O en la pasión 

Más piedras

Que cargar.