El chico crecía
En un buen entorno,
de padres honestos
Y decentes de verdad,
La mentira ausente
En esa familia,
Siempre con respeto
Y sobre todo…humildad.
Por fin el colegio
Donde es buen alumno,
Lo aprendido en casa
Entre todo lo demás,
Va creciendo acorde
A los buenos consejos,
De su maestra buena
Que lo sabe…escuchar.
Y a la vuelta misma
Del tiempo que corre,
Se hace adolescente
Y es otro el andar,
Las costumbres cambian
Ya no son las mismas,
Los gustos son otros
Y hay otra…realidad.
No sabía entonces
Que todo es distinto,
Y que un grupo era
una manada nomás,
No estaba en sus planes
Ser oveja un día,
Vivió siendo libre
Y con su alma…en paz
De allí en adelante
Vivió mil batallas,
cada una de ellas
mil heridas le dejó,
mantener sus principios
fue una ardua lucha,
y con sus ideales
muy solo…quedó.
Si a eso le sumamos
Los falsos mesías,
La política artera
Y la promesa falaz,
Si hay que sumar cadáveres
Para llegar a lo más alto,
Prefirió ser suicida
Pero corrupto…jamás.
Boris Gold (simplemente...un poeta)