La niebla...
se desvela en el riachuelo,
dos luceros apenas tiemblan...
en la alcoba de los sueños,
tu boca...
consumida de tristeza,
a veces se nos anuncia
tenue...
en la herida sin consuelo,
tardes...
de luna oscura,
noches...
de frío acero,
la dama...
se nos muestra encadenada,
enjaretada a la mar...
donde la alondra mora,
besos...
de copa helada,
labios...
de rosa y fuego.