Si al pronunciar tu nombre florecen las rosas y siento la frescura de tu boca sobre mi piel y los deseos se vuelven carne sobre tu cuerpo y gira el mundo sobre tus sueños, no me culpes.
Si al escribir tu nombre llamo las musas y mis poemas desbordan tus sentimientos, no me culpes.
Solo sonríe hasta el final y dale sentido a mis escritos y existencia.
Si te pierdes en este jardín de letras, no busques salir, por que en cada palabra, en cada verso está mi amor abrazándote hasta el final.
No me culpes por que tu eres el sentido de mi vida y mi eterna Inspiración.