¿Cuantas veces
tengo que amarte
para tocar el cielo?
Cien, mil, diez mil
o quizás más.
Y to te amo,
y sigo amándote,
apagado a la tierra
y a tu cuerpo
de tibios frutos
y susurros sin tiempo.
¿Cuantas veces
tengo que besarte
para mojar el universo
y ser lluvia en tu jardín
y nutrirte de savia y silencio?