Tengo un miedo absurdo,
De arruinarlo todo, y perderte.
Y es que el miedo me invade,
se me acelera el ritmo cardiaco,
Comienzan a cosquillearme las manos
y es como si estuviera apunto,
de saltar al precipicio.
Es esa sensación de estar parado
en un puente de vidrio,
donde no sabes si seguir el paso
o caminar con cautela por el
miedo de fracturar el vidrio.
Comienza agosto,
y busco en mis recuerdos
ese chip de como enamórate,
y es que ha pasado el tiempo,
y me he vuelto algo obsoleto
en esto del cortejo.
Veme a hora,
Estoy parado frente a esto
y no tengo palabras
Para seguir escribiendo.