Eterno Amor, no soporto las ansias de verte.
es tu cara, tu pelo, tu frente
el recuerdo que hoy tengo de ti.
Me conformo sólo con mirar
una fría fotografía que hoy apareció
en las páginas de un diario.
Y en mi tiempo extraviado, frio, loco, abandonado,
no existe fecha ni horario, ni tu voz en esa radio,
que no me invite a soñar.
La frescura de tu risa,
lo blondo de tu cabello, ni el aroma de tu piel
se trasmite en esa foto impresa en viejo papel.
Ni tus versos, tus poemas
o esa chispa de tus ojos, ni lo largo de tus brazos,
o tus labios dulces, rojos.
Es tu ojera desvelada, lo que al alma me ha llegado, lo que me mantiene enamorado,
y es lo fino de tus dedos cuando rozas mi piel, mi cuello,
lo que me hace suspirar, temblar, sucumbir en emociones.
Y me paso la mañana, tarde, noche, intentando un poema.
Esperando a que llegue el día en que te vuelva a mirar
de carne y hueso, princesa, para poderte besar.
© Armando Cano