Siento que escribo palabras que no existen,
aunque mi pluma suspira cuando un verso sale de golpe,
como si un ángel me hubiese ayudado; seguramente también hay ángeles que escriben versos.
Pero son quizás palabras fuera de contexto,
dichas como voces que llaman humanidades,
en medio del desierto,
borradas por las olas literarias
de estos tiempos.
Palabras escritas para nadie, en medio del Sahara;
palabras lanzadas al viento…
Leo la poesía que llega con laureles.
Leo mucho, busco, aprendo,
y también me interrogo, porque no comprendo.
¿Será que he leído a tantos grandes poetas,
que he quedado fuera de mí tiempo?
Pero no puedo detenerme, escribo, escribo…
Mucho agradezco los comentarios estimulantes,
que guardo entre mis recuerdos;
quizás con el tiempo, ni reconozca mis poemas,
pero no las críticas recibidas,
que siempre estimulan nuevos versos.
No obstante…
siento que mis palabras no existen,
siento que no son obras para estos tiempos.
Sí, es verdad, han sido motivadas
por los más puros sentimientos.
Pero hoy, dadas las circunstancias,
parece ser que no interesan a las editoriales,
solo interesan a los muertos.
Frank Calle (27/julio/2019)