A veces, amanece
nublado en el corazón
y el sol se oscurece
y quizás hasta cae unas lágrimas
huéle a tierra mojada
y hay un siléncio que asombra
ni la alondra siquiera canta
y queda, un nudo en la garganta
en el horizonte, la parda niebla
suspira la jara en el monte
tiemblan las manos
la larga espera
se secan las palabras en los labios
no se ven peatones en las aceras
entre las verdes enredaderas
ya no brillan los colores
las flores con lágrimas se riegan
en los chózos, los pálidos labradores
durmiendo la monótona siesta
soñando con trígales y amores
como pesa el corazón
cuando en las manos se cóje
nos ciega la honda pasión
y un suspiro se encóje
allá arriba en los encináres
entre su oscuro follaje
hace el amor una colmena
laboriosas están las penas
Ay, ilusión ¿donde te has ido ?
que a tientas te estoy buscando
entre los verdes olivos
dormito un poco cansado
¿ Que fué de aquel viejo soldado ?
aquel viejo soldado de Cristo
que iba de batalla en batalla
venciendo al enemigo
hoy está desterrado y cansado
sentado en una piedra del camino
absorbiendo el aire que pasa
con sus andáres cansinos
hay lágrimas en la punta de su lanza
pero aún, queda en su escudo la Esperanza
yo que soñaba, con eternas primaveras
y con el polvo de las eras en mi capa
hoy solo queda en el recuerdo
los grises campos en sementéras
y el triste correr de los arroyos
el sabor de la vid
en el jarrón de la alacena
ándares cortos y la triste sonrisa
de un pobre vagabundo
a veces, amanece
nublado en el corazón
y el sol se oscurece
y hasta caén unas lágrimas
sobre la parda tierra del corazón
amanece...