Tierra áspera e ingrata
tu que me haces soñar
doblo ante tí mi espalda
cada día al despertar.
El sol azota mi rostro
el viento quema mi piel
mi cuerpo ya casi roto...
apenas puedo con él.
Con mi trilla y con mi azada
ya el espinazo duele
avanzando con zancadas
lentas, cansinas y crueles.
Para plantar las semillas
cual de un beso se tratara
trasegando día a día
enraizados en tus tramas.
Dura tierra tan extrema
el sol caldea tus piedras.
Las noches, que nos refresca,
se hace corta y desespera
porque no encuentra su amor...
que tu la correspondieras,
entre un terrón de dulzor
y pedregosas maneras.
Dame tierra una cosecha
que asalte mi corazón
júzgame con una mueca
y premiame con pasión.
Ésta noche he decidido
tus jardines encontrar
cruzo bosques, vadeo ríos
¿a dónde me llevarás?
Debo arrancar tu simiente,
debo secarme el sudor,
debo de ser muy paciente
para merecer tu amor.