Empresarios
sin escrúpulos...
chantajean a sus gobiernos,
engañan
impunemente...
a sus gentes,
expolian
a los trabajadores...
degradan la convivencia
hasta sus últimos confines,
haciéndo de la felicidad humana
una misión casi imposible.
El rico medra...
el humilde
apenas puede vivir
con decencia.
¿Dónde quedaron
los abogados del bien... ?,
¿Los fiscales enemigos
del abuso... ?,
¿Los jueces...
amigos de la libertad?,
¿Acaso se tiene testimonio alguno
de su buen hacer... ?,
¿Y de aquellos sindicalistas
de moral pura e intachable... ?,
¿Tuviste acaso noticia...
de su entrega desprovista
de miserias ?,
Los días...
pasan sin gloria,
mientras todo purgatorio
de la realidad...
pareciera atrapar candente
la flamígera llama,
de la dicha...
en su deceso.