Cae una gota,
no es la lluvia,
una gota en la arena,
desaparece
no volverá.
A quién le importa,
una piedra fría,
la puerta se cierra,
el mundo se desvanece,
siento esa alegría extraña,
caricias de mi soledad.
La ducha transparente,
mis voces nocturnas,
sin luces,
sin el universo,
mi cama, mis pensamientos,
no quiero que termine
la noche.
Que se queden
del otro lado de la puerta.