Martín Marum

Cueva

Parpádos gastados

Bajo mi cueva

Llaman a un nombre desfigurádo

Que en un punto fue estremecimiento. 

 

Ya no hay lluvia 

Ni diluvios

Hay desiertos 

Y cactuses 

Extremidades secas

Y paisajes cuadrados.

 

Ríen postales en las calles 

Ríen las aceras

Los puentes aplastan 

Y los hombres observan con desesperación

Su esperado turno para pasar 

A formar parte de algo

Más grande que si mismos.

 

Giran las tensadas ruedas infinitamente

Mientras ojos las observan 

Seguimos en el medio de todo 

Mientras intentan aplastarnos. 

 

Cubro mi rostro

Con sigiloso respeto 

Hacia aquello que fue

Y ante aquello que no.

 

No he de resistir 

El llamado

De la almohada

Pidiendo reconocerme.