Quizás me deje llevar por el sentimiento momentáneo y la impresión de ver tus ojos por primera vez, fue mi error, no debí lanzarme a ese rincón que me ofreció tu mirada,
pero estaba desesperada y quería regocijarme en algo o en alguien que me ofreciera un poco de calor y me despejara tanto la mente que me hiciera olvidar de que estaba sola,
pero estando allí empezó mi descenso, sentí caer por un acantilado y tú fuiste quien me empujo, no he tocado fondo, aún sigo cayendo, por eso no puedo decir que estoy mejor, porque es todo lo contrario,
cada día caigo y caigo más, parece no tener fin, pero ya no intento pegarme a las ramas, he decidido caer sin poner resistencia, no sé a dónde llegue ni como saldré, solo espero que no estés ahí porque entonces nada habrá valido la pena,
porque volveré a ti, y este dolor nunca se ira, porque soy incapaz de alejarme de ti, porque pensé que esta sería la única solución, perderte de vista por siempre o por lo menos un largo tiempo.
Pero si te vuelvo a encontrar, cada pensamiento, cada acción girara hacia ti, y ya no quiero sentir este desligamiento de mi propio ser, quiero que no estés, a pesar de que sé que en ese mismo instante dejare de estar yo, mi mente empezara a deambular, no seré la misma jamás, deseo correr ese riesgo, morir un poco en vida, con tal de no sentir esto que siento por ti.