¡Oh, tú, la más bella de entre las bellas!
¡Oh, tú, la más sublime de las flores!
Eres entre las coloridas rosas
la más esplendente de mis amores.
Enmela mis acibarados labios
con el coral de tu boca; no llores,
beldad divina; mantén impolutas
las esmeraldas que los arreboles
realzan de tus pómulos primorosos.
No empañes de tus ojos los verdores
que a tu bella faz tan bien iluminan
y avivan de mi pasión los ardores.
Cesa por siempre tu afligido llanto
que tanto entristece tu dulce encanto.
Canciones de amor.