Macuto

Amanecer

Las noches no eran las mismas. No cabía el sueño en sus ojos llenos de mañanas agotadoras, de salir de la universidad rumbo al trabajo, sin más que un baño y una mochila llena de ropa con olor a gasolina. Utilizaba las quincenas para comprar medicinas porque todo podía pasar en las calles, peor con las barricadas y Ortega dando carta libre a sus seguidores con armas de guerra y la orden de limpiar los recintos.


Ese día encontraron su cuerpo en la rotonda cercana, de sus manos ensangrentadas recuperaron la siguiente nota:


\"Las líneas corren en camino asfaltado, pasan junto a las penas cobijadas por el frío de la noche. Todo está en penumbras. La luz del celular alumbra mi rostro y siento ojos que me miran. Recuerdo a Benedetti. Pienso en lo que construiremos antes de decidir tener hijos: los viajes que haremos, nuestro tiempo viviendo en Uruguay, nuestras maestrías, sentir nostalgia por Managua con todo y su calor de cuarenta grados, el jardín de la casa en Diriamba… las calles amor, de nuestra patria liberada.