He aprendido a apoyar en silencio,
a ser un testarudo mosquito,
a no decir casi nunca lo que pienso,
a estar a gusto con el maldito.
He aprendido a observar con calma a mi enemigo,
a ser un tipo para ellos enigmático,
Que duden con rabia sobre mi sitio,
a parecer estático y mallestatico.
He aprendido a estar tranquilo,
y frío a ser paciente y templado,
a esperar sin prisa mi momento,
y si no llega, me quedo tranquilo y confiado.
He aprendido a no olvidar los agravios,
yo no creo en fortuitos descuidos,
creo en ataques traicioneros,
creo en dagas, puñales y venenos.
He aprendido a aceptar las derrotas,
las malas caras, las represalias,
a no ser el de las buenas cartas,
a veces me conformo con mirarlas.
He aprendido a quererme a mi mismo,
a valorar mis cosas, mi trabajo, mis escritos,
a valorar a los que me quieren , a los míos,
no me importa sino se venden, son auténticos.
He aprendido a luchar, a ser fuerza y tesón,
como el preso que crea un túnel,
nunca me rindo, diversificó y le pongo a la vida pasión,
eso sí, siempre lanza o ballesta nunca fuel.
He aprendido a caerme y levantarme,
a decir cosas bonitas, a ser un buen aliado,
a creer en el amor, el honor , a no aceptar ser crucificado,
y en pelear en terreno montañoso, pedragoso si es necesario hasta...la muerte.