Estaba buscando las palabras en Bécquer, Neruda o Cortázar, todos grandes y sinceros, pero esta vez no describían de lo que yo siento.
Sí bien el soneto XXXI de Neruda te coronó como mí reina, es cierto también, que no sólo yo te coronó con las flores, también te visto con mis besos, mis caricias y mi amor.
Bécquer en su rima XX dice que puedes besar hasta en el alma con tu mirada, ciertamente, lo que él no sabe y no supo, es que ese poder no sólo lo tiene tu mirada, sí no también el eco de tu risa y tú voz cuando me dices que me amas.
Y mientras Cortázar te imagina, te dibuja y te ama ceja por ceja...
Yo ya te tengo, no debo imaginarte, por qué ya estás aquí, tengo claro los detalles de tu cuerpo y dibujada no sólo en mi mente, sí no también en mi alma.
Amor no encontré como tal, que describiesen lo que hoy siento por ti y hoy me siento grande como ellos, al escribirte e inspirarme de ellos, para solo precisar aún más mi basto sentir por ti.
Adán Aca.