Si al pasar las horas,
mis manos no son las mismas,
mis palabras no dibujan en el aire
un soneto de palabras tiernas,
si mis pasos inquietantes
no siguen la misma senda...
Cierra los ojos y búscame.
Si al caer la noche,
mis caricias no pueden rozarte,
mi mirada se encuentra distante,
mis latidos ya no galopan como antes...
Cierra los ojos y siénteme.
Pero si al despuntar el alba,
mis labios no pueden besarte
con un beso apasionado y excitante...
¡Déjame ir!...
Cierra los ojos y mira:
ya no estoy donde tu estés.