Que tu mente evoque cada efímero momento d
e esta terrenal existencia.
Que no mueran como el día muere cada tarde.
Que tus recuerdos vuelvan como el alba de domingo,
cuando todo está en calma, cuando todo duerme.
Que las lágrimas, rompan por la vertiente de tus mejillas,
perpetuando los colores que emanan tus recuerdos;
pero aun en lo gris de tus memorias,
encuentres la satisfacción de estar aquí,
en otra estación, en otro transitorio momento,
riendo o sollozando; por tristeza o por deleite.
Que cada uno de tus perennes recuerdos
te traiga la fragancia de esperanza
y sin olvidar que este arroyo llamado vida
solo se derrama gota a gota cuando olvidamos,
aquello que fuimos.