Si en tu invierno sientes férreo frío
busca en tu interior la fuerza y el brío
olvida el dolor y el amor impío
y hazte a la mar como un desafío.
Despliega velas hacia la nada
afila la vista, encuentra la ensenada
donde latirá tu corazón desenfrenado
dándole a tu vida brisa acaramelada.
Vuela a la par, al ritmo de las gaviotas
ve al horizonte donde ellas reposan
sonríe al sol que sus rayos te doran.
Toda esa tristeza que a tu vida embarga
endulza el alma con colores rosas
y hazte al color naranja que la alegría recarga.