Es el aire
que empuja
certeramente
las nubes
y despeja los labios
llenos de salitre.
Espumas abiertas,
las olas entremezclan
sus minerales,
expulsan sus aguas sobrantes
y renuevan el ciclo.
Escuálidas, las figuras
marinas resplandecen,
siluetas llenas de de esperanza
o amor.
Mas, todo lo contrario,
vuelve, y me regreso al tiempo fugitivo:
figuras nuevamente, llenas
de corazón y abrigo.
El sol las calienta
fluye la sangre del vidrio roto
por las venas del fuego consumido
y en las nubes extendidas,
los vencejos huyen de un campo
triturado por la calcinación.
Eso es el interior, y yo mezclo
recuerdos: mi vida es un compuesto
híbrido, llama socorrida
a la que vuelvo si los estigmas me aprietan-.
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