A veces escribo
como si vendría de un retorno,
del frío recuerdo,
del almanaque ya pasado...
A veces pensando
que no sé donde quedó lo soñado,
y como un fugitivo
voy dejando atrás el nublado...
Es mi ayer perdido,
el sentirse cada vez más lejano,
y siempre buscando
un sitio limpio, con el Dios mío...
Lo pasado me tuvo,
pero conmigo nada de ello vino,
Y deseo olvidar su averno,
a ese demonio que llevé escondido.