Quién lo iba a pensar que un día cualquiera como tantos otros, mi vida cambiara de rumbo sin apenas darme cuenta, todo comenzó con una frase sencilla, una curiosidad a la que sólo quería agregar una respuesta más a mi oficio diario, preguntar y preguntar es a lo que me dedicó en la cotidianidad, se aprende a formular preguntas como si estuvieras en un permanente interrogatorio, sólo es cuestión de conversar amigablemente con tu propio interior y descubrirás con el tiempo que hasta tu mirada te habla, que puedes verbalizar los sentimientos y arrancarte de un tajo una conversación con tu propia alma.
Todo comenzó con una frase
esa que abrió su universo
paseaba entre las nostalgias del camino
bañada en recuerdos de los días
sencilla, cabizbaja
una gotita de amor
en espera del mar
lo leí como tantas veces
conjugando palabras
hilvanando letras en el sentir del verso
sus letras parecían orgasmos
placeres solitarios
alucinaciones prodigiosas
encriptados mensajes entre alas.
Curiosidad llamó a mi puerta.
¿por qué no están sus letras?
¿por qué desaparecieron sus poemas?
¿se han ido al “Sementerio” de los egos?
Un día de abril lo contacté, una sola pregunta, un comienzo, una historia.
¿Porqué borras tus poemas?. –Le escribí.- al intentar leer sus obras publicadas regularmente, descubrí de que ya no había ninguna de los que había publicado. Era un escritor, con una singular forma de plasmar sus sentimientos, mágica, sensorialmente embrigadora, ametralladora y sarcástica.
– No tardó en responder. Tenía una láconica forma de hablar, sus palabras se inyectaban en mi cerebro como una corriente hipnótica.-