El placer como verbo del intercambio diario
al conocer tus gustos ya aprecias los míos
lluvia de besos y caricias merecidas por pasión
cada detalle nos envuelve a lo posesivo
desde ambos lados no encontrar sombras
aceptar con miradas y sonrisas al amor
de intentos de alejarnos seguimos más cerca
de amarnos hasta nos tenemos de amigos
al extrañarse nos perdemos en pensamientos
¿cuánto puede durar lo hermoso y verdadero?
ojalá más de una vida para tenernos siempre
sin dar el cuerpo ya nos dimos el corazón
poseer el futuro llenando de rosas este presente