NADA.
Extiendo mis manos sobre el teclado,
intentando escribir algo,
pero nada sale de mi cabeza.
Intento escribir un poema,
pero nada en mi mente navega.
Se ahogaron las palabras
que nadaban en mi memoria,
busco muy dentro de mí,
y veo que nada me queda.
Nada de que escribir...
ni por qué escribir, ¡Nada!
Ermanué (c) 2019