Las caras de la muerte duermen en sus casillas,
de sus sombras perdura el óxido.
Nos veremos de entreojo por esa villa
Seremos testigos del temido olvido.
De la vida a la cabida;
En vida, para el limbo que la olvida.
No recordé pedir tu necesidad...
No odiaré salir de la obscenidad.
Vivimos para morir y morimos para vivir.
Alabardas y lanzas, cana y blancura.
De tu hombro se recuesta la espada,
En tu pelo se desarrolla cana.
Como quisiera dormir un segundo
para despertar y vivir el otro.
Tan rápido se nace, tan rápido te pudres
¿Para qué el grano de azúcar?
Nos mintieron con una promesa momentánea
y caímos en la red de la eternidad del vacío de la vida
Prestigioso, valioso pero fugaz,
De la belleza y su discordia:
Se planea en si ser capaz
para soportar el peso que agobia
Ya no entiendo la idea principal:
Todo es un gasto masivo imaginativo y emocional,
otro capricho que deriva en millones más.
Al viaje le aproxima la llegada...
A lo que todos temen y pierde agallas.
te guste o no veremos esa cinta
será nuestra piel su pinta.
Hasta ahora hijos del pasado.
No hay fechas, solo presencias perdidas,
no recordé morir tras escribir esto.
Y no lo he hecho, pero así ya ha sido.