El mundo se me para por segundos,
Aumentan los latidos de mi corazón.
Se crea un camino que lleva a la luz
De una simple y linda Flor.
Intento llamar su atención.
La toco, la llamo, le hago
Cualquier seña hacia ella.
Nada.
Ella está sentada en una roca,
Refrescándose los pies en una agua
De una playa limpia, tan pura como
Ella misma.
A veces la miro. Miro su perfección
Facial, su perfil contrastado con la luz
Reflejada en esos mares brillantes
Y cristalinos.
Deseo estar con aquella escultura perfecta de una gran venus que me sedujo con su gran cabello dorado,
con sus ojos como perlas en una mar
Clara y cristalina, ojos tan vivos como la mar reluciente junto al Sol.
Deseo ser parte de su mundo,
Ser tan sólo el sol que lo ilumina,
Aquellas aguas tranquilas que conquista y baña toda la tierra;
la tierra que alimenta a los prados...
Y los prados que alimenta su mundo animal.