No se en que momento consumimos
Todo el aire de aquella habitación,
Resbalaban tus manos por mi piel
Y arremetías con furia tus labios
Contra los mìos,
Y me instale en tu cuerpo,
No quise determe tuve miedo
Que todo este bello momento
Sea solo un sueño.
El ocaso agonizaba álla afuera
Y tù, aquì dentro hiciste revivir
En mi el fuego entre mis cenizas,
Y es que causas en mi
Toda esa felicidad que nadie
Jamàs me la darà,
Ese placer que da tenerte
Son cicatrices que han de quedar
Grabadas en mi por siempre.
En un rincón de tu cuerpo,
En ese lugar donde mis manos
Te hacen temblar,
Dejarè mis promesas de amarte
Por toda la eternidad.
Con el latir acelerado de tu corazón
En llamas, enfilas tu mira.
Y ya bañado
Por el bello rocìo que emanas,
Me dices que aun me amas.
Hùmedos de tanto amor,
Caímos rendidos los dos
y sin mediar palabras,
Nos abrazamos fuerte.
No se en que momento
consumimos todo el aire
de esta habitación
No se en que momento
Nos perdimos en el tiempo.