Carlos Gustavo Gerez

El placer de tenernos

No se en que momento consumimos

Todo el aire de aquella habitación,
Resbalaban tus manos por mi piel

Y arremetías con furia tus labios

Contra los mìos,

Y me instale en tu cuerpo,

No quise determe tuve miedo

Que todo este bello momento

Sea solo un sueño.

El ocaso agonizaba álla afuera

Y tù, aquì dentro hiciste revivir

En mi el fuego entre mis cenizas,
Y es que causas en mi

Toda esa felicidad que nadie

Jamàs me la darà,

Ese placer que da tenerte

Son cicatrices que han de quedar

Grabadas en mi por siempre.

En un rincón de tu cuerpo,

En ese lugar donde mis manos

Te hacen temblar,

Dejarè mis promesas de amarte

Por toda la eternidad.

Con el latir acelerado de tu corazón

En llamas, enfilas tu mira.

Y ya bañado

Por el bello rocìo que emanas,

Me dices que aun me amas.

 

Hùmedos de tanto amor,

Caímos rendidos los dos

y sin mediar palabras,

Nos abrazamos fuerte.

 

No se en que momento

consumimos todo el aire

de esta habitación

No se en que momento

Nos perdimos en el tiempo.