Vivir sin ti, cuan terror;
estar en ti, lo mejor
y no mirarte, muriera
en mi silencio interior.
La vida cuando me abrasas
se me rompe en mil pedazos,
pedazos de mi insolencia
en la nada de mi ocaso.
Brillantes tus ojos negros
con lágrimas escondidas
se me pierden en las aguas
de mi conciencia perdida.
Más al verte se me encienden
las antorchas de mis noches,
ausente de tus abrazos
esperando mil reproches.
Sucumba mi corazón
en el puente de la vida
donde Dios tiene su Amor
y mi amor por ti se astilla.
Se astilla en mil pedazos,
rompe cabezas del viento
que no respeta la historia
y me deja sin su aliento.
Amor por ti, oh mi Dios,
su amor en mi lo mejor
que en la vida tú me diste
y me lo quitas; peor.
Sin sangre mis venas claman
su fuego en mi interior
y te susurra al oído
el fuego de su pasión.
Gracias Señor por todo,
te agradezco sin dolor
todo el amor que me diste
en un abrazo de dos.