Sobre tu cuerpo dorado
herida que llega al mar,
parte y abre tu simiente
y no te deja llegar.
Málaga como una niña
y el río de la ciudad
como cesárea a la madre
que impide procrear.
Cierra la herida sangrante
para poder caminar
por el cuerpo alucinante
de esta ciudad sin par.
Málaga, de tus ancestros
que Wadi al-Madina clama
la cicatriz de tu faz,
que limpia y lava la cara.