La codicia también se da en los animales, pero con tal mesura a diferencia del hombre, que no permite que unos pocos acaparen todos los recursos del planeta sin mover un solo dedo.
La rata, el perro y el pobre comen del mismo banquete cuando el rico se aparta.
Del ocio nace la esterilidad de la madre tierra, el hambre de las hormigas, la muerte de las moscas y la ruina el hombre.
Los ojos del hombre cuando miran los ojos de un animal causan tal espanto en el animal que ninguno puede soportarla y huye .
Los ojos del hombre cuando miran los ojos de un pobre causan tal vergüenza en el pobre , que ninguno lo puede soportarla y huye.
El trabajo solo le agrada al burro, al camello, al hombre y algunas razas de perros como el husky, el resto de animales y los ricos lo desprecian.
Los animalistas se han llegado a convertirse en un lobo para el hombre y en un cordero para el lobo.
Angelillo de Uixó.