Mefistofelos

Renacer

Soy el puente que atravesamos,

Soy la caña del pescador; soy el sol

que anegaba, a tu cansado corazón.

 

Fuimos el céfiro, que murmura la reminiscencia.

Fuimos reyes, esclavos y amor; fuimos venganza,

odio y guerra; somos el diablo, que nunca tuvo perdón.

 

La alegría, de un eterno reencuentro,

nos envenena, en el deseo; no culpemos al desconocimiento,

es nuestra ignorancia, nuestro error.

 

Si nos conocemos, somos mar,

si deseamos, arena; nos creemos tan únicos,

que hacemos girar, eternamente esta rueda.

 

Nuestras almas no existen; mi vida una ilusión.

Mi poesía, vuelve al uno,

no mide objeto ni observador.