Cuando el deseo y la pasión
se unieron en un beso, tus labios viriles
derrumbaron mis pensamientos pueriles
y me dejaron presa de ésta adicción.
Llegó tu néctar a mi boca, abierta y ansiosa
y perdiéndome entre tus brazos de ensueño
mi cuerpo pegado al tuyo, ardía como un leño
respiré tu esencia y me aferré a ti temblorosa,
entonces pude sentir tu aliento perdido entre mis senos.
Será que cada noche tiemblo
mientras te amo y te pienso
y no quiero abandonar estos sueños obscenos
pues mi alma en brasas
arde por ti como el fuego
y mis besos recorren tu cuerpo
mojándote de lava
mientras pronuncio tu nombre y me entrego.
©Belinda Torres - 2012