Enciende la noche,
lluéveme de besos.
Has brillar tu desnudez
como estrella solitaria
en fondo pintado de negro.
Arráncame las carnes,
hazme crujir los huesos,
que entre en ti sin salida
y pueble siempre tu cuerpo.
Muérdeme los labios,
quítame todos los recuerdos,
que sólo sepa de tu amor
y que tu nombre y piel
sean mis dos únicos misterios.