Que la azucena
Te inunde con Fragancia
Siempre enriqueciendo
Tus suaves manos con tal elegancia.
De perfumes nebulares
Y almidones gardenicos
Con aromas de rosales
Y olores de un paraíso edénico.
Que las flores te destilen sutileza
Por tu cuerpo y amalgamas de
Placer por tu silueta,
Las orquídeas con recelo te enguanten,
Con extractos muy perfectos,
Suavizando el entorno que rodea
Tus pupilas tan esbeltas.
Como emperatriz de hermosura
Paseándose por cálidas primaveras,
Te has dejado observar
Y a la vez, sigues tan intangible,
Tan serena, salpicando ligeros
Rocíos con jazmines de sirenas.
Lavandas de claveles
Y humaradas de girasoles,
Sistemas de ambientes en laureles,
Y brisas, consternaciones y furores.
Muchas lisonjeras ágatas
Con preciadas reservas de fulgor,
Flores, rosas y fogatas.,
Hueles a dios, ángel y alfajor.
Supremacía incauta
Vuelta aroma,
Especias de árboles en azafrán,
Un sin fin de dulces tonos y arreboles
Que asoman,
En un jardín prismático, codicias y nafran.
Semejante estás en virtuosidad,
A la Hortensia, el lirio y el andariego de noche,
No dejas de impactar con tu espontaneidad,
Que sale de tus poros,
Peregrina de noche tras noche.
Y es que tanta majestuosidad,
Envuelta en pieles de margaritas,
Elevan mi susceptibilidad,
Espantando el ruido obsceno
Que figura en las garitas.
Como conclusión acá te dejo este ramo
De hermosas flores, traído desde el horizonte,
Con pétalos, olores, fragancias y senzonte,
Una que otra lila, violeta e iris.,
Postrando también una loto,
Para formar este espléndido arcoíris.
Para esta belleza, hermosura,
Aunque a veces no lo noto.
jhonny R
Colombia