Han pasado unos cuantos meses
Y sólo hasta hoy he llegado a comprender
La magnitud del daño que te causé.
Y por favor, sólo céntrate en esto
No quiero que lleves tus reflexiones
O tu atención hacia la búsqueda de culpables.
Quiero que conozcas lo que quizá
Ha estado oculto a ti por un largo tiempo.
Mi apología comienza diciendo que
Nunca fui consciente a totalidad de mi proceder
No era capaz de concebir tu sentir
A pesar de que en repetidas ocasiones
y con un pesado tono de voz
Te manifesté que así lo hacia.
¡Qué egoísta fui!
Yo era un idiota pululando por el mundo
Pensando que tenía una razón acertada.
Creía que mi nombre era intachable
Y que era el más audaz de los dos.
¡Es vergonzoso!
Todo lo hacia con la aprobación
De mi errado concepto de la justicia
Inconscientemente estaba haciendo lo que creía justo
Y justo ello fue el detonante de nuestro caos.
Así fue hasta que se convirtió
En una ley inquebrantable en mi cotidianidad.
Pensar que yo actuaba bien porque tú lo merecías
Ha sido un gran error, tanto vergonzoso cuanto irracional.
Confieso esto creyendo que no lo habías notado
Y espero que el sentido de estas letras
Despierten misericordia en ti
En lugar de odio.
Esta apología culmina diciendo
Que ahora puedo entender mucho mejor
Tu comportamiento y tu constante llanto.
Comprendo -con mi orgullo bajando por mi garganta- que fue mi error.
Tú me pediste constantemente que aceptará mis cargos
Y yo seguía creyendo, o mejor, ignorando mi propio comportamiento.
¡Cuánto lo siento!
Quiero presentarme ante tu persona
Como un arrepentido enamorado
Que te ruega con su sangre ser perdonado.
Que acaricies mi mano
Y la agarres con firmeza hasta que
Cometamos la estupidez de dejar de respirar.
Quiero reafirmar mi deseo vehemente de seguir
Despertando con la emoción de saber que eres mi compañera de vida.
Quiero que sigamos construyendo nuestro idilio
Y que nuevamente dirijamos nuestra vista al futuro
Anhelando estar aún aprentándonos la mano con ternura.
Quiero tantas cosas
Y todas las quiero a tu lado.