Ahora que sufro por vos,
y que la vida echo por la borda,
vestido de lagrima y suspiro,
me doy cuenta ,
no es tu culpa,
soberano soy de tal desdicha,
al dejarte anclar en mi vida,
con la ambicion de besar tu boca,
por confiar en tus ojos coquetos,
por no oir el consejo de mi madre:
\"Esa mujer tiene la mirada tibia\"
tome el riesgo y acabaste conmigo,
vertiste tu veneno con ternura,
hasta el punto de hacerme creer,
que alncanzaba el cielo,
torpe corazon el mio,
y astuta tu alma ,
que con viento derribo mi ser,
no es tu culpa,
ebrio del deseo bese donde no debia,
y hoy pago tal osadia,
mientras te arranco del pecho.