Utilizo las obesidades neutras
rectificando multitudes estelares
mitad nada, mi cuerpo, sobre pedestales:
rubia cabellera de fuego impenetrable.
Me conformo con la obsesión, y el delirio
barajo la osadía como un ingrediente alterno
devoran mis flores el espíritu de los obleas:
miro el cuerpo con su vacío inquieto.
Subrayo las palmatorias indolentes
los locuaces investigadores de incienso
las galaxias que han de tragarme con sus átomos:
palpo electrones y la mística del verbo.
Liturgias incesantes versos inacabados palabras
que apenas salen, guturales, convergiendo en salivas
iniciales:
degluto a través de los vidrios la madeja de las estaciones-.
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