Me visto
con la piel de penumbra
tenazmente amanecida
con la luz usada
que volvió de ayer
ígneo silencio
del fuego mordaza
aún el canto de los pájaros
resguarda la existencia
de su propia osamenta
y eres desigual ante el espejo subterráneo
de la soledad girasol
calendarios íntimos
polinizan la claridad
que debo acallar
entre la carcoma del cuervo