Espero, cures mis heridas;
qué tranquilo se respira
bajo la luz de tu halo,
estoy cansado del teatro;
de sufrir para esta gente
que me tiene desbocado,
y en la orquesta faltan metales,
llueve barro en mis portales,
y en tus lagos sobra calcio;
las gemas de luz en el fondo,
el agua, tan cristalina;
estalactitas de cuarzo,
y también cuelgan de este sitio
mis recuerdos, doloridos,
pero bien representados:
diluvios, engaños; mi sangre
lavará un poco esta ira
que aún no me ha abandonado;
siento una rabia que carcome,
que me devuelve sonrisas
para que no me desplome,
¡y qué raíces tan prufundas
brotaron de mis cenizas
que ahora son campos de flores!
5/8/19