"Mi corazón late despacito, abrazada a mi pecho; Mario Benedetti ha muerto"
Amigos míos, ha muerto mi señor
solo una vez lo vi, solo una vez toqué para él,
recuerdo que le escribí y busqué,
para regalarle la pequeña rapsodia que le dediqué,
que en medio de la audiencia di a conocer,
¿Recuerdas? Con ella fue que me gradué
Una nota he recibido,
entre lágrimas y sinsabores,
mi tacto tembloso con teléfono en mano,
me piden que vaya, es momento de la despedida
Mantener correspondencia con cada frase atesorada,
que conmigo permanecerán,
son tus manos, tu pluma y letras las que más amo,
apenas son unas horas y ya te extraño
No tengo palabras, no existe melodía
soy una egoísta, una enferma llena de melancolía
que a la muerte reclama
por tan tremenda avaricia
Era tu dolor una completa agonía
y aun así, maldita mi persistencia,
lacerando estoy a mi existencia
siendo en mi recuerdo donde vivo estarás,
con tus obras perdurarás
y con mi humilde rapsodia te sepultarán.
Clavel Rojo © Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados